CON LA QUE SE PRETENDE DAR UN TIRÓN DE OREJAS A LOS POETAS POPULARES INVITADOS A PARTICIPAR EN ESTA LIRA, Y QUE NO SE DAN POR ALUDIDOS.

Aquí me quejo, señores,
de mis amigos poetas
populares: ¡ni cuartetas
escriben a los lectores!
Son importantes cantores
de guitarra y guitarrón;
con gran improvisación,
son poetas de prestigio
y su ingenio es un prodigio
que nos causa admiración.

“Aquí me vengo a quejar”,
(les diría José Hernández
al otro lado del Andes),
de los que no quieren payar.
Esta Lira –que es Virtual–
pretende servir al Arte
de la décima: estandarte
de la excelsa tradición
que mantiene el corazón
del pueblo que la comparte.

Yo soy sólo aficionado:
mucho me cuesta escribir
lo que quisiera decir,
en versos desordenados.
En cambio, los inspirados
que hacen de esto su vida,
dejan la pluma dormida
descansando en sus laureles
y no muestran los cordeles
do cuelgan su poesía.

Se quejan los folcloristas
que nadie les da tribuna,
pero cuando tienen una,
la pierden luego de vista.
Discúlpenme que yo insista
pero esta Lira es de ustedes;
si ustedes quieren, se puede;
aquí no habrá pies forzados,
censores ni censurados.
...”Y sin embargo se mueve”.

Y a aquél que le venga el sayo,
amigos, que se lo ponga;
después, si quiere rezonga,
si no le gusta el caballo.
Acuérdense que un zapallo
fue convertido en carroza
para ayudar a una moza
que quería ir a bailar,
y que dio pie pa' contar
una historia portentosa.