sábado, 30 de abril de 2011

EN LA QUE SE HACE UN MODESTO HOMENAJE AL POETA CHILENO GONZALO ROJAS, FALLECIDO EL LUNES 25 DE ABRIL DE 2011











GLOSA:

SEÑORAS Y CABALLEROS,
SEÑORITA Y SEÑORITO:
LA "BODA" ME IMPORTA UN PITO
Y YO ESCRIBO LO QUE QUIERO.

Aquí está Gonzalo Rojas
haciéndose el que no está;
su palabra quedará
pa’ evitarnos la congoja.
Este trébol de cuatr’ hojas
llegó con verso certero
y una gorra por sombrero,
concentrado en la emoción
de la sacra conjunción,
SEÑORAS Y CABALLEROS.












Allá va Gonzalo Rojas
como en cuadro de Chagall,
volando sobre un nogal,
escribiendo en una hoja.
Con demora que sonroja
reconocen sus escritos
y de Exiliado Maldito
pasa a Premio Nacional.
Hoy lo leen por igual,
SEÑORITA Y SEÑORITO.

Cuando se muere un Poeta
no hay que decir nada más:
toda frase sonará
vacía como chancleta.
Vuelvo yo a mi marraqueta
con el corazón contrito:
leo y reviso lo escrito,
mientras sigue el festival
en el palacio real:
LA “BODA” ME IMPORTA UN PITO.














Se apagó Gonzalo Rojas,
pero no su poesía
ardiente, llena de vida,
que hacia la vida te arroja.
Ya la lluvia no lo moja
y una mujer con sombrero
recita en su adiós postrero:
“Rojas soy para querer,
libre voy sin depender,
Y YO ESCRIBO LO QUE QUIERO”.












DESPEDIDA

Veo yo a Gonzalo Rojas
preguntándole a una dama:
¿Qué se ama cuando se ama?
Mientras, lento, la deshoja,
la desnuda, la despoja,
la huele con sus sentidos
alerta, con los oídos.
Un acto de creación
que logra la redención
del Paraíso perdido.

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