“Temprano, de madrugada,
en diciembre, día ocho,
a las cinco cuarentiocho”,
–los vecinos relataban–.
“Eran grandes llamaradas
y gritos desesperados
porque estaban encerrados
sin tener cómo salir.
Era espantoso el oír
a los pobres condenados”.
Se recibió en el cuartel
de bomberos, la llamada
de un preso que se quemaba
en la Cárcel San Miguel.
Empezó el incendio aquel
“por causas que se investigan”,
pero digan lo que digan,
murieron ochenta y uno
sin socorro oportuno.
¿Qué hacer pa’ que esto no siga?
Se gasta más en los presos
que en recursos escolares;
en sistemas policiales,
que en mejorarnos los sesos.
Este trágico suceso
en la Cárcel San Miguel
¿va a quedar en el papel
como anécdota curiosa
o se va a enfrentar la cosa
como –al fin– tiene que ser?
Cierto es que están en prisión
pagando por sus delitos;
ellos no son angelitos
ni tuvieron compasión
al cometer una acción
contraria a la sociedad,
ni tuvieron la piedad
que reclaman para ellos.
Cada cual tiene su sello
para timbrar la verdad.
¿Cómo se puede incendiar
un recinto carcelario?
¿O tienen los presidiarios
chipe libre para actuar?
¿De dónde pueden sacar
elementos combustibles,
fuego, armas, bebestibles,
teléfonos celulares,
drogas que son letales?
¿Cómo puede ser posible?
Necesario es que se halle
–con los recursos actuales–
un sistema en los penales
que ante estos casos no falle.
¿Pero quién saldrá a la calle
a refrendar este ruego?
¿Quién podrá sacar del fuego
la castañas sin quemarse?
Es momento de avisparse
pa’ entender que esto no es juego.
¿Qué más se puede agregar
cuando ya se ha dicho todo?
¿Sirve ya saber el modo
en que se pudo evitar?
Sólo puedo preguntar
como todos los chilenos
¿por qué las cosas que hacemos
contienen tantos errores?
¿Quién fiscaliza, señores,
las obras que acometemos?
2 comentarios:
el incendio es provocado para poder salir en navidad. Las condiciones carcelarias de chile son las misma de hace 25 años atras. Asinamientos, etc.
Hay que tener encuenta que las Cárceles en víspera de Fiestas, Patrias y de Fin de Año son un avispero de rabia y odio por no estar fuera, junto a sus familias;pero cuando delinquen matan, roban , hiere, no piensan que si arrebataron una vida esa ya no estará mas y sus familias no le verán nunca mas, mientras todos pagamos para mantenerlos en malas o buenas condiciones.Es un asunto complicado.Eduardo Valdivia
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