Así como los antiguos Poetas Populares realizaban la crónica de su tiempo relatando, aplaudiendo o rechazando aquellos acontecimientos políticos, sociales, naturales o fantásticos que los motivaban, intentamos revivir aquí aquella saludable práctica popular, utilizando los modernos medios de difusión.
domingo, 30 de enero de 2011
DONDE SE COMENTA EL INCIDENTE DEL HELICÓPTERO QUE ATERRIZÓ DE EMERGENCIA Y SUS PROBLEMÁTICAS CONSECUENCIAS.
En medio e’ la carretera
aterrizó el Presidente;
salieron los residentes
de su casa a la carrera.
¡Buenas tardes, on Piñera,
al fin se acordó’ e venir!
¿Qué se quisiera servir:
duraznos o damasquitos?
¡Tráigale, m’hijo, un platito
para el piloto civil!
Don Seba desesperaba:
colgado del celular
no paraba de llamar
sin saber en dónde estaba.
Las vecinas –encantadas–
le ofrecían sus frutitas
creyendo que era visita
y no la pana del tonto.
El otro decía: “¡Pronto!
¡Traiganmé más bencinita!”
‘Tá muy cara la bencina
y pa’ ahorrarse unos pesos
se enredó –como los lesos–
en la sarta de mentiras.
“Sin escolta”, –dijo un tira–
“iba solo con Navarro”.
Y pa’ levantarse el tarro
dijo que “estaba previsto”.
“A la escolta nadie ha visto”,
dijo un vecino en cacharro.
Después habló la Vocera.
Desmintió Carabineros;
“Es que yo hago lo que quiero
en vacaciones” (Piñera).
Así siguen las leseras
como el cuento de Pinocho:
al muñeco del Mapocho
no le gana el italiano.
Berlusconi es como hermano
de este muñeco morocho.
Empezaron los reclamos
por este nuevo bochorno;
el pan, en la puerta’ el horno,
casi siempre lo quemamos,
si la verdad ocultamos
para no salir pillados:
se mueve todo el Estado
causando imprevistos gastos,
surgen problemas nefastos
cuando hay un gato encerrado.
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